En el blog que apunto con el dedo hay otra tortilla igual de sabrosona.

sábado, 10 de abril de 2010

MORAL DE INTERROGACIONES (6): INVOLUCIONISMO DE CURIA

Escrito por: Juan Masiá Clavel [blogger] el 28 Mar 2010 - URL Permanente
(Se reproduce en los blogs anteriores, en éste y en los siguientes, una antología de textos del libro de Juan Masiá, Moral de interrogaciones, de. PPC, Madrid 1998.En carta reciente del Director de PPC al autor, el 23 de febrero de 2010, se comunica que la edición de este libro está agotada y descatalogada. “Nos vemos, dice, en la necesidad de declarar obsoleto este libro, del cual ya no tenemos existencias y no vamos a reimprimir”. Ante las reiteradas peticiones de lectores y lectoras que han tenido que recurrir a librerías de viejo en Buenos Aires, México y Sevilla para adquirirlo, el autor ha optado por publicar esta antología en el blog, para poner el texto gratuitamente al alcance de quienes todavía lo consideren relevante. Es oportuno notar que el libro fue publicado con los debidos permisos eclesiásticos y el nihil obstat obtenido a través de los superiores religiosos del autor).
Parte Primera
MORAL EXPLORADORA
1. Encrucijadas de discernimiento
2. Retrospección y prospección: el arte de preguntar
3. La sana perplejidad
4. ¿Renovar o recrear?
5. Tareas, estilos, menús y herramientas
6. Tres décadas a vista de pájaro: Involucionismo de la Curia
  1. Involución de la Curia romana contra el Vaticano II
(Este epígrafe, titulado en la versión original “Tres décadas a vista de pájaro”, bien podría titularse hoy “Restauracismo anti-vaticano II, al alimón JP y JR”).
Como apéndice de este primer capítulo introductorio, podría ayudar un recorrido, someramente y al hilo de la cronología, por la panorámica de estos últimos años. Se pueden consultar estudios más detallados, que se remontan a los últimos ciento cincuenta años para descubrir los hitos de la renovación, de la reacción contra ella y de las nuevas síntesis. Aquí no me voy a remontar ni siquiera hasta los años cincuenta, sino me limitaré a unas pocas muestras de la época postconciliar1.
Comienza, tras el Concilio, la puesta en práctica de las recomendaciones hechas por Optatam totius, Gaudium et spes y Dignitatis humanae. Los años 1967-68 presentan un contraste: notable toma de conciencia del problema Norte-Sur, como se pone de manifiesto en la encíclica Populorum progressio (1967), pero incapacidad para desbloquear el tema de los anticonceptivos, como se ve en los debates en torno a la encíclica Humanae vitae(1968). Aquí se libró la primera batalla que puso a prueba la moral postconciliar.
Desde 1965 a 1990 se suceden debates sobre principios y discusiones teóricas sobre temas como el proporcionalismo, la argumentación deontológica y la teleológica. La revisión del razonamiento moral se lleva a cabo durante unos 25 años. Fue decisivo el artículo de P.Knauer, en 1965, sobre el principio de doble efecto, así como los numerosos escritos de Fuchs, Schüller y McCormick. En 1970 Grisez, veía en esa línea una “revolución en principio”, bajo la apariencia de clarificar ideas tradicionales. Estas reflexiones desembocan en la corriente conocida con el nombre de proporcionalismo, que ha sido controvertida, no sin malentendios, con motivo de la encíclica Veritatis splendor(1993).
Hay que retener tres fechas importantes para la iglesia en América Latina, que repercuten en otras partes del mundo a la hora de confrontar la problemática social: 1968 (Medellín), 1979 (Puebla) y 1992 (Santo Domingo). El año 1971 marca un hito decisivo. Es el año del Sínodo que trató sobre la justicia en el mundo. También el de la publicación de la Octogessima adveniens. Del mismo año es la carta de Pablo VI al Cardenal Ursi, arzobispo de Nápoles, sobre directrices para la renovación de la teología moral (30-X-1971). La Congregación General 32 de la Compañía de Jesús, 1973-74, acomete a fondo el tema de la justicia en su decreto cuarto. Pero, justamente ese mismo año, 1974, el Sínodo de obispos trata de suavizar lo dicho en el 71. Sin embargo, el documento pontificio postsinodal Evangelii nuntiandi (1975) adopta un tono sintético con amplitud de miras.
La publicación, en 1975, de Persona humana por la Congregación para la Doctrina de la Fe, suscita debates sobre la sexualidad y muestra prejuicios contra el tema de la opción fundamental, como también ocurrirá luego, con motivo de la Veritatis splendor, en 1993. Al año siguiente, en 1976, Monseñor Lefebvre ordena a 13 sacerdotes y 13 diáconos, pese a la prohibición expresa del Papa. Se acrecienta la tensión entre intentos de vuelta atrás y renovación postconciliar. El mismo año se oyen duras críticas del Papa a “Cristianos por el socialismo”. Un año después se produce la suspensio a divinis de Girardi, su fundador. Los teólogos europeos defienden a los teólogos latinoamericanos propugnadores de la teología de la liberación.
En 1977 se celebra el V Sínodo Mundial de Obispos. El tema es la catequesis. Los tres puntos clave de la Evangelii nuntiandi: compromiso, proclamación y celebración, se repiten; pero se les quita garra y fuerza de impactar, al quedar muy suavizadas en el documento final esas tres expresiones típicas de la Evangelii nuntiandi. En 1978 se acentúan las críticas por parte de la Comisión teológica internacional contra la Teología de la liberación. Es el “año de los tres Papas”. Muere el 6 de agosto Pablo VI. Juan Pablo I, elegido el 26 de agosto, fallece el 28 de septiembre. Es elegido Juan Pablo II el 16 de Octubre. Es el primer Papa no italiano desde 1552. 1979 es el año de la conferencia de Puebla y la encíclica Redemptor hominis. También es el año en que se retira a Hans Küng el permiso de enseñar como teólogo católico y se concede el Nóbel de la Paz a la Madre Teresa de Calcuta.
En 1980, la Congregación para la Doctrina de la Fe hace pública la professio fidei, que se exige a los teólogos. El Papa no acepta la dimisión por edad del P.Arrupe como General de los jesuitas. Se acentúan los vientos restauradores e involucionistas. En el Sínodo de 1980, sobre la familia, se oyen voces de obispos más abiertos, que no se reflejan en el documento posterior. Aparece la encíclica Dives in misericordia, intentando una conjugación de compasión y justicia. A pesar de las voces escuchadas en el sínodo, cuando aparece en 1981 la Familiaris consortio, sigue estando en la cuerda floja el difícil equilibrio en temas como el del cuidado pastoral de los divorciados. En cambio, en el terreno social llama la atención la fuerza de la Laborem exercens, al proclamar la primacía del trabajo sobre el capital y exigir que el trabajo sea para el ser humano y no éste para el trabajo. Se constituye el Pontificio Consejo para la familia. El Cardenal Ratzinger es nombrado Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En 1983 se promulga el Nuevo Código de Derecho Canónico. Es también el año de cobrar conciencia del tema de la paz. El Consejo Mundial de las Iglesias se pronuncia en favor del desarme. Los obispos norteamericanos publican su pastoral sobre disuasión nuclear y paz. Es igualmente el año del Sínodo sobre la reconciliación. Sale en 1984 la instrucción Reconciliación y penitencia. Ese mismo año se publica el Informe sobre la fe, del cardenal Ratzinger. Se origina en una entrevista en agosto de 1984, en Bressanone, al sur del Tirol. El cardenal ve el postconcilio como “proceso progresivo de decadencia”; ve la moral como la principal área de tensión entre el magisterio eclesiástico y los teólogos. Ataca lo que le parece consecuencialismo y proporcionalismo americano. Ve subjetivismo en la base de la Teología de la Liberación. Ve la raíz de muchos males en la supuesta negación de la especificidad de la moral cristiana. También ese mismo año aparece el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en contra de la Teología de la Liberación.
En 1985 se agudizan estos intentos restauracionistas con motivo del Sínodo conmemorativo del Vaticano II. Por estas fechas el Cardenal Bernardin venía proponiendo una “ética coherente de la vida”, que conjugase la moral social y la moral de la persona y la vida. Los obispos norteamericanos prosiguen con su metodología de preparar las cartas pastorales desde la base de un amplio diálogo eclesial. En 1986 aparece su pastoral sobre justicia económica para todos. El 25 de julio de 1986 la Congregación para la Doctrina de la Fe envía una carta al moralista Curran notificándole que no puede funcionar como profesor de teología católica.
1987 es el año del aniversario de San Alfonso María de Ligorio, tan significativo para los moralistas. Es el año en que aparece, por una parte, el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre temas de bioética, Donum vitae. Por otra parte, en materia de moral social es llamativa, al año siguiente, la valentía de la encíclica Sollicitudo rei socialis. Se acentúa el contraste entre el magisterio eclesiástico en temas de vida y sexualidad y la enseñanza sobre temas sociales. En 1987, en el 20 aniversario de la Humanae vitae, se reiteran sus propuestas, aunque procurando insistir en los aspectos proféticos, personalistas y de principios.2

1989 es el año en que cae el muro de Berlín. La Declaración de Colonia, firmada por 163 profesores de teología, da un aldabonazo de denuncia ante la actitud de la curia vaticana frente a los teólogos. La Asamblea ecuménica de Basilea habla de paz y justicia para la creación. El tema ecológico será incorporado en los próximos años a la reflexión del magisterio sobre temas sociales. Si consultamos las hemerotecas nos interesará, en esas fechas, recorrer acontecimientos tan diversos como la primera ordenación de una mujer obispo en la iglesia anglicana, las entrevistas de Juan Pablo II y Gorbachov, la concesión del Premio Nóbel de la paz al Dalai Lama o el asesinato del P. Ellacuría y sus compañeros.
En 1989 L,Osservatore, 23-I-89, se queja, en un artículo sobre la Donum vitae, acerca de la reacción de cuatro universidades católicas europeas. También en 1989 teólogos italianos simpatizan con la Declaración de Colonia. El Papa recurda a los obispos italianos que son “veri doctores”3. En 1990 aparece la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la vocación eclesial del teólogo. Rechaza toda posibilidad de disentir del magisterio, admitiendo tan sólo “dificultades personales”. En 1991 muere el P.Arrupe, que era el símbolo de toda una época postconciliar. Es el año de la guerra del Golfo, en la que el Vaticano se opone decididamente a la invasión armada y defiende el diálogo por la paz.
1992 tienen un nombre: Santo Domingo, que evoca Medellín y Puebla, con continuidad y con contrastes. Es también el año de publicación del Nuevo Catecismo. Es beatificado Escrivá y se celebra en Río la Cumbre de la Tierra. En 1993, a los 25 años de la Humanae vitae, se publica la Veritatis splendor. Ese mismo año, el 10 de Julio, llama la atención la carta pastoral de los obispos de Alta Renania, K.Lehman, O.Saier, W.Kasper, sobre el tema delcuidado pastoral de los divorciados. Lo más positivo de este año es el documento sobre la interpretación de la Biblia en la Iglesia, producto de los esfuerzos de la Comisión Bíblica, un escrito notablemente importante que, por desgracia, ha sido poco conocido, comentado o divulgado.
En 1994 resalta en las noticias la ordenación de 32 mujeres anglicanas. Aparece la Ordinatio sacerdotalis, sobre el tema de la ordenación de la mujer. En 1995 se publica la encíclica Evangelium vitae. Ese mismo año es destituido el Obispo de Evreux, Jacques Gaillot, conocido por su meritoria dedicación a los pobres. En 1996, tiene mucho eco la conferencia de Oxford, citada más arriba, con la propuesta del arzobispo Quinn acerca de la descentralización de la iglesia y la función adecuada del primado de Pedro...
A lo largo de esta trayectoria, mera muestra somera para refrescar la memoria, resaltan algunos rasgos de la renovación, que han sido puestos de manifiesto muy bien en el libro citado de Gómez Mier. Destacan los nuevos puntos de vista sobre el método científico en teología moral y el cambio de perspectiva acerca de los tradicionalmente llamados “lugares teológicos”: un nuevo modo de referirse a la Biblia; una mayor importancia dada a la manera de entender el papel del magisterio y la tradición de la iglesia; otro estilo de diálogo con la filosofía, la psicología y otras ciencias humanas; un asumir mejor el reto de las ciencias biológicas, etc...
Como no se pretendía aquí hacer un esquema de historia eclesiástica, la sinopsis no es, ni mucho menos, exhaustiva. No se pretendía citar todas las fechas importantes o todos los documentos relevantes, sino solamente una pequeña muestra de la trayectoria, a la vez de renovación y de resistencia a ella, que nos va a ocupar a menudo a lo largo de estas páginas. La tesis central, como reitero en dieversos lugares, es que no se trata de dos extremos en pugna, ni de una oposición entre radicalizaciones avanzadas o conservadoras, sino de la falta de diálogo enntre las dos corrrientes centrales -"centro-derecha y centro-izquierda", si se permite la terminología poco apropiada-, que no acaban de escuchar la invitación papal al diálogo, incapacitadas para encontrarse por presuponer epistemologías, antropologías y eclesiologías incompatibles, en una palabra, por falta de sentido hermenéutico...
1 GILLEMAN G., El primado de la caridad en teología moral, Desclée, Paris 1952; TILLMANN F., Handbuch der katolischen Sittenlehre, Patmos, Düsseldorf 1953; HAERING B., La ley de Cristo, 1959
2 L’Osservatore Romano, 27 Julio, 12-13. Sus palabras recuerdan las de Pío XII en la Humani generis (AAS, 1950, 568).
3 The Tablet, 10-VI-89, 660

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